lunes, 10 de agosto de 2009

¡Inconcebible silencio!


Hace unos 2800 años, el rey sirio Ben-adad I sometió a Samaria a un devastador sitio.
El bloqueo en los suministros básicos trajo consigo una gran hambruna dentro de la ciudad sitiada, tal que llegaron a comer a sus propios hijos.

La intervención de Dios hizo que las fuerzas invasoras, aterrorizadas por un supuesto ataque de tropas aliadas a Samaria, marcharan apresuradamente de sus posisiones, dejando atrás todos los pertrechos con que contaban en su asentamiento.
Esto fue conocido por cuatro leprosos que malvivían a las puestas de la ciudad, en tierra de nadie, a merced de la enfermedad, el hambre, sus propios paisanos y las fuerzas enemigas.
Al percatarse de la marcha de los sirios aprovecharon para comer, beber y hacer gran acopio de bienes, después de esta primera incursión vuelven a expoliar de nuevo las tiendas sirias, hasta llegar un momento en el que, nos dice que texto bíblico que:

"Luego se dijeron el uno al otro: No estamos haciendo bien. Hoy es día de buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzará nuestra maldad. Vamos pues ahora y demos la nueva en casa del rey" (2ºReyes 7.9)

La reflexión de estos leprosos es, creo, de vigente actualidad para el creyente y la iglesia de hoy (hablo en términos generales, especialmente en occidente); conscientes de la situación de muerte del hombre sin Dios y de la expectativa de jucio que pende sobre su cabeza, gran parte de la iglesia "calla" en su testimonio de vida.

Os propongo un reflexión más detallada al respecto en diferentes formatos, sólo pincha sobre el que prefieras.

Documento de notas en word.
Presentación de Ppoint.
Archivo de audio.

lunes, 6 de julio de 2009

La alabanza funambulista


Qué complicado resulta esto del equilibrio, sea en el ámbito que sea lo más normal es ver o vivir los extremos.

Dejamos de ser aficionados pacíficos de un equipo para convertirnos en peligrosos hinchas, de ser fieles de una religión a ser integristas fanáticos, der ser consumidores a ser consumistas compulsivos, de ser retrógrados intolerantes ante las opiniones de los demás a ser esclavos de la nueva tolerancia,...

Y, ¿qué decir de la alabanza a Dios? Con facilidad podemos movernos también en los extremos; de la frialdad a la frivolidad, de movernos en medio de racionalismos religiosamente correctos pero fríos como muertos, a vivir en medio del emocionalismo visceral y frenético, pero vacío de sentido y contenido.

Cabe preguntarnos al contemplar estos extremos: ¿es esta "alabanza" realmente adoración?, en mi particular forma de ver, creo que ambas manifestaciones tienen más de abominación a Dios que de adoración.

Es por ello que postulo por la urgente necesidad de ser "funambulistas" en nuestra alabanza, artistas de la "cuerda flota" (alabanza), que a través del uso sabio y equilibrado de la "pértiga" del conocimiento y la emoción. Nuestra alabanza sea de verdad ADORACIÓN.

En los siguientes enlaces puedes seguir la reflexión, solo pincha en el que desees:

Notas completas en word.
Presentación de ppoint.
Archivo de audio.

lunes, 8 de junio de 2009

¿DANZAMOS COJEANDO ENTRE DOS MULETAS?


Para mí, una de las mejores fuentes de inspiración, en el ministerio de la predicación, es lo que el Señor me dice de forma personal en el tiempo devocional. Tal es el origen de la reflexión que os comparto en los archivos enlazados al final.

Se trata del texto que relata uno de los episodios, relativamente más conocidos, de la vida del profeta Elías; su confrontación en el monte Carmelo con los profetas de Baal, narrado en el primer libro de los Reyes 18:17-40.

Dios habla a su pueblo a través del profeta en el versículo 21 en los siguientes términos:

"Y acercándose Elías a todo el pueblo, le dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra?"

Este texto se me ha clavado en el corazón, meditar en él ha supuesto una bendición para mí, y mi deseo es hacerla extensiva a otros.

Lo extraño del título, "¿Danzamos cojeando entre dos muletas?", obedece al sentido literal de la pregunta que incluye el texto citado. Es la imagen irónica con la que el profeta reta al pueblo de Dios, que se encuentra en ese momento de su historia, padeciendo la "enfermedad" postmoderna del sincretismo, pretendiendo conciliar y justificar un estilo de vida en el que incorporar al mismo tiempo en su vida "religiosa" el culto a Jehová al mismo tiempo que a los baales.

Es la filosofía hedonista de hoy que, infiltrándose en las filas del cristianismo, pretende sacar beneficio de él y del mundo a la vez, viviendo en la contradicción.

"Danzar cojeando entre dos muletas" viene a ser como:
  • Autollamarnos hijos de Dios, mientras permanecemos esclavos de nuestra vieja naturaleza.
  • Decirnos sus hijos y sin embargo sentir vergüenza de ser sus testigos.
  • Cuidar nuestra estética cristiana el domingo, pero no nuestra ética como trabajadores o empresarios el lunes.
  • Confesar que hemos sido santificados, pero no notarse en el ámbito de nuestra vida familiar.
  • Decir que pertenecemos al Reino de Dios, pero practicar un nulo o mediocre servicio al Rey.
  • Cantar diciendo que amamos a Dios, pero no buscarle ardientemente cada día.
Os invito a seguir la reflexión pinchando en los diferentes formatos habituales hasta ahora:

Notas completas en Word.
Presentación en Ppoint.
Cuadernillo para grupos de hogar en Publisher
Audio.

Que el Señor en su gracia os colme de bendiciones.

lunes, 27 de abril de 2009

La armonía en la familia - esposas vs. maridos


Peligroso asunto es andar con estos temas tal como está el "río de revuelto", me refiero a la corriente, a veces, ultrafeminista que pretender imponer a todos sus presupuestos y dogmas al resto de mortales.

En la anterior entrada reflexionaba sobre el papel del hombre en la familia y la auténtica tragedia que supone la realidad del "hombre pasivo" en la misma y también en la sociedad. Un hombre que opta por el descompromiso, que se queda al margen, que no se arriesga a tomar iniciativas, que se queda atrás en los momentos críticos, que no asume su responsabilidad,...

... En esta entrada la idea es abordar el papel o el lugar de la mujer en la relación de pareja, a modo de subtítulo propongo el problema de "la presión de la mujer hiperactiva", que unida a la propensión de la parte masculina a vivir el "hombre pasivo" conforman un coctel explosivo que es una de las causas por las que tantas parejas dejan de serlo.

¿Qué fue primero la gallina o el huevo?, otro aforismo podría ser, según el tema propuesto: ¿Qué fue primero el "hombre pasivo" o la "mujer hiperactiva"?

Creo que ambos son contemporáneos; ya en el Edén vemos la conjunción de estas características:
  • por una parte una mujer "hiperactiva" que se toma atribuciones que no tiene.
  • por la otra un hombre "pasivo" que hace dejación de su responsabilidad.
La mala asunción de las atribuciones de cada uno de ellos, al menos, favorecen la Caída y la expulsión del Edén, de la misma manera estas actitudes han provocado la "caída" de la familia y la transgresión del plan original de Dios para la misma, con las desatrosas consecuencias que esto ha tenido para el ser humano a través de toda su historia.

Os invito a seguir la reflexión bajando los archivos a continuación:

martes, 24 de febrero de 2009

La armonía en la familia - maridos vs. esposas.



¡Más de dos meses! Disculpasssssssss...........

Algunas razones y otras meras escusas, han motivado este largo período de silencio.
Intentaré que no vuelva a ocurrir.

Hoy quisiera compartir en archivos enlazados una reflexión expuesta el pasado domingo en mi iglesia local. Forma parte de la serie de cuatro pensamientos acerca de la armonía en la familia cristiana, y como ésta honra a Dios, ya que Él es su diseñador.

En sesiones anteriores he propuesto que al menos hay cuatro áreas en las que suelen producirse disfunciones en las relaciones personales dentro del seno familiar, cuando alguna de las partes no ocupa su lugar.

1.- Hijos vs. padres.
2.- Padres vs. hijos.
3.- Maridos vs. esposas.
4.- Esposas vs. maridos.

En entradas anteriores he abordado los dos primeros aspectos, en ésta de hoy quisiera detenerme sobre el tercero, las dificultades que se generan en la familia cuando el hombre no ocupa su lugar y se produce una guerra en la pareja.

Es un asunto éste delicado en extremo, sobre todo porque mi propuesta va un poco contracorriente. Un hermano escribía: "La lacra de la violencia doméstica escandaliza y coloca el sambenito de "machista asqueroso" a cualquiera que se atreva a defender la división de funciones en base al género".

Como siempre, caemos en los extremos:
- Hay hombres que se aferran a la visión tradicional, la de "cerrarse y mandar".
- Hay otros que se vuelven sensibles y dialogantes, pero también reacios a asumir responsabilidades.

Hemos de huir de nuestro subjetivismo interpretativo y buscar con honestidad lo que el Señor tiene que decirnos al respecto de este asunto.
Os propongo un par de texto para la reflexión, quizás también para la controversia:

1ªCorintios 11.3.- "Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios es la cabeza de Cristo."

Efesios 5.22-24.- "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es la cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo."

¿Qué tienen que decirnos hoy estos textos?

¿Cuál es su aplicación en la familia?

¿Está el hombre asumiendo sus responsabilidades o ha pasado a ser un nuevo "Adán silencioso y pasivo?

En los archivos enlazados más abajo encontraréis la reflexión completa en diferentes soportes:

- Notas completas en Word.
- Cuadernillos para la reflexión en grupos pequeños.
- Presentación en ppoint.
- Audio

lunes, 8 de diciembre de 2008

La armonía en la familia - padres vs. hijos



Son diferentes las posibles áreas de conflicto en la familia, una de ellas es cuando los padres no asumen su papel o función dentro de la misma y en relación a sus hijos.

Es acerca de este tema que he podido compartir en mi iglesia local el pasado domingo, centrando la reflexión en dos versículos breves pero claves en las pautas para una relación armoniosa entre padres e hijos:

Col.3:21.- "Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten"

Ef.6:4.- "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor"

Antes de abordar directamente este asunto, me ha parecido oportuno comenzar con la introducción con la que inicia el apostol Pablo su disertación en torno a las relaciones familiares y laborales cuando habla a los creceyentes de Éfeso. Comienza planteando el principio absoluto que ha de regir las relaciones interpersonales para que se puedan desarrollar en auténtica armonía:

Ef.5:21.- "Someteos unos a otros en el temor del Señor"

Se trata del principio de la "inter/sumisión", que traducido de manera practica sería la necesaria actitud de servidumbre mutua, "estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo" (Fil2:3), siguiendo así el ejmplo del Maestro al respecto.

Es precisamente en el recurso de una vida "en Cristo" que podemos hacer nuestra y vivir la enseñanza de Pablo cuando dice "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil.4:13).

En la medida en que, como la vid al pámpano, "permanezcamos en Cristo" seremos capaces de ocupar nuestro lugar como padres dentro de una familia armoniosa que honra a Dios.

Para ampliar los contenidos de lo antes expuesto pongo a vuestra disposición diferentes archivos con el desarrollo del tema, como en ocasiones anteriores quiero compartir todo lo trabajado al respecto y ponerlo a vuestra disposición para cuanto consideréis oportuno.
Pinchando en cada una de las opciones de a continuación podrás bajarte lo que quieras.

Bendiciones.

Notas completas.
Cuadernillo con bosquejo general.
Presentación ppoint.
Audio.

jueves, 4 de diciembre de 2008

La disciplina de la meditación


Después de este paréntesis silencioso vuelvo a la carga. Espero no perder fuerzas y mantener "vivitas y coleando" las entradas.
Hoy solo quiero, como os dije el 11 de noviembre, recortar algunas frases del cap. 2 del libro de Richar J. Foster "Alabanza a la disciplina".
Este capítulo tiene que ver con la disciplina interna de la meditación y a tenor de este tema el autor comparte cosas como estas:


"La verdadera contemplación no es un truco sicológico, sino una gracia teológica" (Thomas Merton)
"En la sociedad contemporanea nuestro adversario se especializa en tres cosas: ruido, premura y multitudes"
"Si esperamos movernos más allá de las superficialidades de nuestra cultura -incluso de nuestra cultura religiosa-, tenemos que estar dispuestos a descender a los silencios recreadores, al mundo interno de la contemplación"
"El hecho de que la meditación sea una palabra extraña a tus oídos es un triste comentario sobre el estado espiritual del cristianismo moderno ..... parte de la ola de interés en la meditación oriental se debe a que las iglesias han abandonado este campo."
"Hay los que piensan que la idea cristiana de la meditación es sinónima del concepto de meditación basado en la religión oriental. En realidad, son dos mundos separados. La meditación oriental es un intento de desocupar la mente; la meditación cristiana es un intento de desocupar la mente a fin de llenarla"
"El concepto erróneo más común de todos es que la meditación es una forma religiosa de manipulación sicológica"
"La realidad interna del mundo espiritual está disponible para todos los que estén dispuestos a buscarla"
"Tenemos que cuidarnos de la idea de que realizar ciertos actos religiosos en determinados momentos significa que, finalmente, estamos meditando. Esta actividad envuelve toda la vida"
"Sin considerar cómo se haga, el objetivo es centrar la atención del cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu en -la gloria de Dios en la faz de Jesucristo (2Cor.4:6)"
"Es un tiempo para lograr la quietud, entrar en el silencio recreador, permitir que la fragmentación de nuestra mente se concentre"
"... así como no analizas las palabras de un ser que amas, sino que las aceptas tal como se te dicen, acepta la Palabra de Dios y pésala en tu corazón, como lo hizo María. Eso es todo. Eso es meditación." (Dietrich Bonhoeffer)