martes, 23 de octubre de 2012

¿QUIÉN FUE JESÚS?

        Quizás, la respuesta a esta pregunta, es la que ha suscitado mayor debate desde que este personaje irrumpiera en la escena de la historia del hombre.

        Su persona ha levantado apasionados seguidores, así como enardecido el odio de sus más viscerales adversarios.

        El debate acerca de su auténtica identidad se mantiene vivo desde hace dos milenios; ya entre sus contemporaneos "Hubo discensión entre la gente a causa de él" (Juan 7:40-43), hay quienes pensaban que se trataba de Juan el Bautista, otros Elías, Jeremías, o alguno de los profetas, mientras que para otros se trataba del Cristo, el Hijo del Dios viviente (Mateo 16:13-16).

        Así fue entonces y así sigue siendo hoy, la identidad de Jesús fue y seguirá siendo objeto de controversia.



        C.S. Lewis (profesor de Cambridge, autor de las saga “Crónicas de Narnia”, calificado como el más convencido de los ateos) dijo al respecto:
        “No creo en ninguna religión; no hay absolutamente ninguna prueba para ninguna de ellas, y desde el punto de vista filosófico, el cristianismo no es ni siquiera la mejor. Todas las religiones, o sea todas las mitologías, para darle su nombre correcto, son simplemente un invento del hombre”
       “Estoy tratando aquí de prevenir a cualquiera para que no diga la necedad que la gente dice a menudo respecto de él (Jesús): . Esto es lo que no debemos decir. Un hombre que fuese meramente hombre y dijera las cosas que dijo Jesús, no sería un gran maestro de moral.
        Podría ser un lunático o bien podría ser un demonio infernal. Le corresponde a usted hacer su elección. Si este hombre fue, y es, el Hijo de Dios; o si es un demente o algo peor (un engañador)”

        Esta frase de Lewis plantea la identidad de Jesús en base a la resolución de un "trilema", es decir, la necesidad de decidir en base a tres únicas, exclusivas y excluyentes opciones.

         Jesús solamente podia ser:

  • un mentiroso
  • un loco
  • el auténtico Hijo de Dios.

        La respuesta que, de forma personal, demos a esta pregunta tiene grandes implicaciones; el propio C.S. Lewis decía: "El cristianismo es una declaración que, si es falsa, no tiene importancia y si es verdadera es de importancia infinita"

Para profundizar en esta reflexión puedes pinchar en los siguientes enlaces: